Cada día que vivimos es definitivamente diferente. No sabemos las cosas que cada uno de ellos nos tiene guardado para el momento dado. Sin embargo por la fe y en nuestras oraciones rogamos a nuestro Dios que cada día que inicia este colmado solamente de noticias agradables, buenas, alentadoras y claro muy motivadoras. Sin embargo la realidad no es esa, hay días que nos llenan de tristeza, desanimo, y nos carga de mucha tensión y esto porque todas las noticias , mensajes y la vivencia de ese momento es completamente negativo. Emocionalmente eso causa en nosotros una inestabilidad aunque nuestro corazón este lleno de fe. La batalla es a muerte, corazón y mente se enfrentan y todo el resultado de ese enfrentamiento lo absorbe nuestro cuerpo , el cual llega un momento donde lo único que quiere hacer es desconectarse, sentimos reacciones desde la cabeza hasta los pies donde nuestro cuerpo a manera de grito nos expresa que ya no puede más. La verdad no sabemos ni que hacer humanamente hablando y quizás en muchos de los casos simplemente nos lanzamos a morir. Es el Espíritu de Dios el que hace la diferencia, el viene como consolador y fortalece la fe del corazón provocando un golpe mortal sobre la mente negativa para que Dios pueda tomar el control de nuestras vidas y transformar toda mala noticia en una oportunidad para que nuestro Dios se glorifique en nuestra vida. Gracias Dios solo en ti podemos confiar.
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